Para comenzar y para recordar una buena frase: una meta, un objetivo, un sueño.
Tercera vez que estoy presente en el campeonato de España de Ultratrail. Hay mucha expectación entorno a la prueba, se nota la importancia de la misma. Personalmente para mi es muy importante y acudo a la cita con mucha ilusión, he intentado llegar lo mejor de forma posible.
He volado el jueves desde Tenerife junto con José Manuel (Fisio) y Raquel, que también van a la prueba ¿Qué decir de ellos? pues la verdad que son buena gente y con la que se puede compartir un viaje con mucho gusto. Con ellos me lo he pasado mu bien y han sido unos días gratificantes para mi.
Ahora que he hecho la prueba puedo decir, que es cierto que es una carrera donde hay bastante pista y que se puede correr mucho, pero también debo de decir, que el resto del recorrido no es nada trivial. Por excelencia tenemos en paso por el Pico de Peñalara, que tardamos más de 20 minutos en hacerla (prácticamente todo caminando). Luego también está la bajada de La Malisiosa y en mejor medida la Bajada de la Pedriza, dos zonas muy técnicas. En resumen.. hay de todo.
La salida es a las 00:30 del sábado, en el centro del pueblo de Navacerrada (1175m) La noche y la temperatura son agradables, ideales para estar en una terraza con los amigos y unas cervezas, y me pregunto ¿Es mejor plan que correr una ultra? posiblemente no, jeje!!! Hasta el momento no hay mucho que contar, más o menos ocurre lo habitual y lo que todos experimentamos al previo de la salida.
Han dado la salida y por mi parte me he despistado y hay 30 o 40 corredores delante, rápidamente decido pasar por la derecha y correr más rápido hasta ponerme dentro de los 10 primeros. Y decido que es un buen lugar, de momento voy bien y no me cuesta seguir el ritmo, aunque todavía no se como voy de pulso, porque no consigo que mi GPS encienda y coja satélite (lo conseguí después de 15' desde la salida) Hacemos unos 3-4 kilómetros de ligera subida y por un camino ancho, a continuación comienza un sendero el cual nos llevará al pico de La Maliciosa (2230m y kilómetro 9) A partir de aquí los primeros se van solos con un ritmo algo más alto, yo me descuelgo un poco, pero no me preocupa porque sé que este es mi ritmo y que así voy bien.
Ya casi cerca del pico, puedo ver una bonita luna y un cielo estrellado, ahora viene una parte un poco llana donde podemos correr un poco, pero ya más adelante de nuevo a subir para terminar de coronar el pico. Seguidamente una bajada muy mala la primera parte, luego fue más llevadera, y de nuevo otra zona mala, donde no hay senda, sino casi que vamos campo a través, tomando como referencia los reflectantes de las balizas (aunque debo de decir que hacía falta más balizas, porque al ser de noche cuesta mucho guiarse, sobre todo los corredores que no conocemos la zona)
La siguiente parte de la bajada es buena, la mayor parte es sendero con suelo muy bueno, donde se corre muy bien y rápido. Parte que compartí con Álvaro, a veces iba yo delante y otras veces él. Llegamos entorno a 2 horas al primer avituallamiento, Canto Cochino (1025m y kilómetro 19) En la siguiente subida voy con Álvaro, aunque al poco tiempo, al llevar mejor ritmo y él se descolgó. Antes de llegar a la parte alta de la Pedriza (1330m y kilómetro 20-21) veo un grupo de 5 corredores, aunque no termino de acercarme a ellos. Comienzo la bajada técnica de esta zona estando muy atento a las señales y al sendero para no perderme ni caerme, de pronto estoy con los corredores del grupo, que se han parado porque uno de ellos se ha caído y se ha dado en la mano. Me paro y los saludos, parece que el chico puede continuar. La sorpresa para mi fue ver que allí estaba Miguel Heras, David López y Gerad Morales, para nada esperaba que fueran ellos (me los imaginaba más lejos de mi)
Reanudamos en grupo la marcha, voy muchas veces delante aunque vamos todos juntos. Al buen rato llegamos al avituallamiento número dos (11160m y kilómetro 27) Sólo cojo un poco de agua y salgo primero, con algo de ventaja del resto aunque mi intención no es separarme del grupo sino continuar a mi ritmo. El grupo se ha separado, aunque sé que en nada se unirán a mi unos cuantos porque hay gente muy fuerte. Efectivamente, a los 15 minutos estaban a mi lado Heras, Castán y otro corredor que no me acuerdo quien era. Más o menos vamos juntos durante unos kilómetros, camino al pico de Moncuerda (1780m y kilómetro 40), durante muchos kilómetros el recorrido va por pistas forestales con un buen firme y bastante llano. La parte última antes del kilómetro 40, ya transcurre por sendero y se inclina bastante, que incluso hay que caminar algunos tramos. Heras y David apretan antes de llegar al avituallamiento y me dejan sólo, por contra el otro corredor se descolgó unos kilómetros antes.
Llego al avituallamiento y no me entretengo mucho, salgo del mismo antes y con unos segundos de diferencia. Durante muchos kilómetros voy solo, a mi ritmo, suelto de piernas y sin forzar, ellos vienen cerca de mi, y están unos metros más atrás. En la primera parte de la bajada hay algún pequeño sendero, pero prácticamente todo es pista. Hemos llegado al pueblo de Rascafría, me despisto, aunque no estaba bien señalizado, en una curva sigo por la calle de enfrente, me di cuenta rápido al no ver balizas y ver que detrás no venia David y Heras, di la vuelta y luego ya continué por el camino (creo que perdí como 2 minutos) No me preocupara porque esto es una ultra y dos minutos es algo insignificante. Comienza a amanecer y ahora podemos decir que hemos hecho media carrera, a partir de aquí la segunda parte que ya será diurna.
Llego al avituallamiento (1180m y kilómetro 54-55) justo cuando David sale de él, se trata del primer avituallamiento con asistencia externa y allí está Estrella, quien me deja las cosas que teníamos preparadas (un botellín, algo de comida, y la gorra)
Sé que aquí voy cuarto y que estoy muy bien de posición, por el momento voy con buenas sensaciones y soy optimista de cara a esta segunda parte. Ahora comienza una larga subida, desde los 1000m hasta los 2400 de altitud de Peñalara, la primera parte es por pista y nos llevará al Puerto del Reventón (situado a 1950m), me la tomo con calma y voy progresando adecuadamente. Después de un buen rato veo a un corredor más arriba, no tardo mucho en acercarme, se trata del corredor que iba escapado desde el principio, Luis Pablo Montoya. Me ha sorprendido porque para nada me lo esperaba, aunque también es verdad que no tenía referencias de él. Por mi parte continúo y voy mejor de ritmo, algo que me motiva y me da más alas.
Me pongo a pensar en el puesto que voy por primera vez en la carrera (voy 3º) y aunque apenas hemos pasado el kilómetro 60 veo que tengo muchas posibilidades de terminar en el pódium, hecho que me hace pensar que tengo que darlo todo y que este puesto no se me puede escapar, y más aún al estar en una carrera tan importante. Seguidamente, y a los lejos, veo a David López, y de nuevo se repite la historia, yo voy a un ritmo un poco mejor y poco a poco me voy acercando, justo antes de llegar al control del Reventón me pongo a su lado y paso unos segundos antes el control. A partir de aquí el camino se ha convertido en un sendero estrecho que va zigzagueando entre las retamas del paisaje. Me recuerda un poco a Las Cañadas en Tenerife, se trata de un paisaje similar, aunque aquí el suelo es rocoso. Este sendero nos lleva camino al Pico de Peñalara, el cual da nombre a la prueba (2428m de altitud, se trata del pico más alto de Madrid) La primera parte es muy inclinada y el sendero está muy roto, después de este tramo ya nos metemos en la zona de las piedras grandes, donde no hay sendero y mucho menos firme plano. Voy caminando, escalando y saltando los bloques de piedras para llegar al pico, pasar el control y darnos la vuelta para regresar por el mismo sitio. De camino al pico me cruzo con Heras, nos saludamos y cada uno a lo suyo. Me costó llegar al pico, primero porque voy notando las piernas fatigadas y segundo por la altitud de la zona. En el camino de regreso me crucé con David y luego con Luis Pablo, mas o menos habré tardado en esta zona como unos 20 minutos (entre la ida y vuelta)
Terminada esta larga subida (aunque no todo es subida, en la zona alta hay partes llanas) ahora una larga bajada hasta los 1240m (La Granja) Primera parte por terreno rocoso y de alta montaña, zona técnica que no me deja alargar mucho la zancada, pero poco a poco la senda se vuelve buena e incluso nos metemos en zona de pinos. Voy suelto y con un buen ritmo, disfrutando mucho de correr y de lo verde de la zona (para mi ha sido la más bonita de la prueba) La parte más baja todavía es mucho más verde y con vegetación baja y pinos, donde en muchos sitios corre agua.
Con 9 horas y media llego al avituallamiento, kilómetro 81, por segunda vez está Estrella para ayudarme en la asistencia, me lo tomo un poco de calma para descansar un poco. Los siguientes kilómetros se me hicieron muy largos, son prácticamente llanos hasta el siguiente punto, La Casa de La pesca, 1330m (sólo los últimos antes de aquí tienen un ligera subida) Por mi parte, me costaba mucho trotar, sobretodo cuando había algo de subida, pero tiraba mucho de cabeza y me exigía trotar. Esta zona también es muy verde y practicante siempre vamos al lado del río. Después del avituallamiento comenzó una subida más inclinada por un camino ancho que nos lleva al Puerto de Fuenfría (1780m) Me alegré que fuera una subida más inclinada porque así al caminar no me sentía con remordimientos de no correr, además, caminando me notaba mejor y movía bien las piernas. Llevamos unas horas desde el amanecer y por aquí si comencé a notar el calor. Seguidamente vinieron unos buenos kilómetros de terreno variado, muy buenos para correr con soltura, siempre y cuando hayan piernas. En mi caso, no era así, si me encontraba bien en las pequeñas bajadas, pero en los repechos ya las piernas sin fuerza, aunque muchas me exigía y las trotabas, otras las hacia caminando.
Des este modo alcancé La Estación de esquí de Navacerrada, kilómetro 107 y 1840m de altitud. Sé que me ha costado llegar hasta aquí, y que me he esforzado mucho, pero sabía que hasta este punto tenía que mantener el puesto, de este modo sabía que no se me escapaba porque intuía que la bajada iba a ir bien y que nadie me podía alcanzar. Este también fue el último avituallamiento, y me dieron referencias con respecto a David, más de 20 minutos. Salvo contratiempo mayor era consiente que esto no se escapaba.
Comencé la bajada por un sendero técnico y descubierto, con bastante calor, pero bien de piernas bajando. No tarde mucho en llegar a la sombra de los pinos y de este modo el calor se notó menos. Por las zonas de terreno bueno voy muy suelto de piernas. Van pasando los kilómetros y voy bien de ritmo, disfrutando del paisaje y pensando en lo que está pasando. Miro muchas veces el GPS y voy haciendo cuentas de los kilómetros que quedan y veo que puedo llegar antes de las 13 horas.
Aparecen las primeras viviendas del pueblo de Navacerrada, pienso en que esto está hecho y en nada estoy en la meta. Poco a poco voy acercándome a ella, voy pensando, recordando numerosos momentos de la vida. Veo que hoy se está haciendo realidad un sueño, y que cuando cruce la meta se habrá cumplido. Me parece mentira que esté pasando, recuerdo que hace unos meses soñaba por hacer un pódium en una prueba como esta, de hecho tenía en mente la frase "una meta, un objetivo, un sueño". Ayer, en la recogida de dorsales, mientras mantenía una conversación en grupo, levanté la vista y al fondo vi el cajón del pódium. Concretamente me fijé en el escalón 3 y en aquel instante pensé y soñé que porque no estar ahí mañana. Estoy a punto de cruzar la meta y ese sueño está pasando. Estrella está allí, antes de meta, y me deja la bandera Canaria, con ella en las manos hago los últimos metros y la emoción me invade y entro en meta con una inmensa alegría.
Una meta, un objetivo, pero sobretodo un sueño hecho realidad. Un subcampeonato de ultras es algo que no ocurre todos los días y es muy importante para mi. De corazón muchas gracias a todos los que me siguen y que me apoyan, soy muy consciente de ello y agradecido por el aprecio que me tiene mucha gente. Pero sobre todo le doy las gracias, y comparto este triunfo con mis dos niñas, con mi mujer Carol y con mi hija Yolanda. Ellas son las niñas de mis ojos, y también a las que les robo un poco de tiempo para entrenar. Muchas gracias mis niñas.
La imagen de un sueño |
Sólo me resta dar las gracias a mis amigos, y compañeros de fatigas del Trail, por el recibimiento en a mi llega al aeropuerto. Muchas gracias!!!
Muchas gracias por el apoyo. |
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