jueves, 13 de septiembre de 2012

Recuerdos cálidos de una fría ultra (CCC - UTMB, 31 de agosto 2012)

Salir fuera y conocer mundo es especial y es algo de lo que siempre se disfruta. Si además podemos hacer algo que nos gusta y de lo cual disfrutamos, pues mucho mejor. Así  me parece una buena manera de comenzar esta crónica, o como la he titulado “recuerdos cálidos de una fría ultra”.

Inspeccionando la meta.
Acostumbrado al bueno tiempo de nuestra cálida tierra cuesta mucho desear un tiempo frío para una carrera. Personalmente me hubiera gustado encontrar un buen tiempo y una temperatura agradable, aunque también debo de decir que para nada quiero el calor que hemos tenido este verano aquí.

Comienzo con estos recuerdos  con 5 o 6 días antes de la prueba, consultando la predicción meteorológica de la zona de los Alpes Franceses, esperando encontrar un buen tiempo. Veo que lunes y martes está bueno, me alegro por ello, el miércoles ya no pinta tan bien la cosa, y el jueves pues peor. Pero parece que el viernes puede estar mejor. Pues aquí se acabó el buen tiempo, cada día que pasaba la predicción era peor: lluvia, nieve en la parte más alta y bajada de temperaturas. El martes 28 llega un SMS de la organización indicando el mal tiempo que vamos a tener, mucho frío y nieve en los picos, temperaturas incluso por debajo de cero grados. Yo soy un poco incrédulo y con algo de esperanza de encontrar buen tiempo, pienso que la organización ha exagerado un poco con el objetivo de que la gente vaya preparada.
Vista del macizo desde Chamonix (detrás de las nubes y arriba está la cima del Mont Blanc)
Como pasa con las cosas de la vida, por poco que nos guste, siempre se acaban aceptando, y el jueves, día antes de la carrera,  ya me daba igual el tiempo y lo único que quería era correr, al fin de cuentas todos vamos a tener las mismas condiciones.

Antes de la carrera veo otro SMS que ha enviado la organización en el cual nos indica que se modifica el recorrido debido a las condiciones meteorológicas adversas y que no se sube el primer pico, La Tête de la Tronche, ni el último, La Tetè Aux Vents. Pienso que realmente no vamos a tener buen tiempo, además, aquí el cielo se ha tapado desde hace un buen rato y la temperatura es de 12º grados (eso es lo que marcaba un termómetro de una farmacia).

 De Courmayeur (0km, 1220m) al Refugio Bertone (5.6km, 1990m)

Un vídeo de la salida y otro del paso por las calles de Courmayer.


Me coloco en segunda fila, sé que voy a salir con calma y aquí es un buen sitio. Se da la salida y aunque estoy en otro país todo el mundo sale escopeteado como si fuéramos a correr un par de kilómetros (algo que nunca entenderé y que veo que pasa en todas las carreras). El primer kilómetro es por las calles de Courmayeur y me lo tomo con calma, también me sirve para ir calentando ya que no he realizado calentamiento alguno.

Ahora vamos por una calle que pica un poco hacia arriba, y ya por aquí tengo un poco de calor y me quito la chaqueta, me la ato a la cintura. Poco a poco va apareciendo un poco de sudor y también vamos ganando altura, también son muchos los corredores que se van descolgando. Después de un poco más de 3 kilómetros giramos a la izquierda y dejamos la pista de tierra y tomamos un sendero que ya se inclina bastante, en el cual camino más de lo que corro. Este sendero nos lleva directo al refugio de Bertone, esto ya es una modificación respecto al recorrido inicial, ya que a este refugio teníamos que llegar bajando del primer pico de 2500m, Tête de la Tronche. En la parte más alta la vegetación es más escasa y a la izquierda podemos ver un poco de paisaje y en el fondo a Courmayeur. Llego al refugio y decido no parar ya que todavía tengo isotónica y sé que el siguiente avituallamiento está cerca. Aún así tomo un vaso de agua y bebo un poco. Este punto está a unos 2000m, llevamos 5.6 kms  y unos 800m de subida (si hubiéramos seguido el recorrido inicial este sería el kilómetro 13 y algo, con lo cual ya nos han quitado casi 8 kilómetros)
¡Esto acaba de comenzar!

Del Refugio Bertone a (5.6km, 1990m) a Arnuva (18.5km, 1770m)

Voy bien y de momento ningún contratiempo. La temperatura ya ha bajado considerablemente aunque todavía sigo sin ponerme la chaqueta, y desde hace mucho no sudo. De momento voy con una camisa interior de manga corta, la camisa de Tenerife Trail y los manguitos. Ahora nos tocan unos buenos kilómetros en altitud,  donde encontramos pequeñas bajadas y subidas. He alcanzado a algunos corredores y sin casi darme cuenta llego al refugio de Bonatti (13.2km, 2030m). No lo recuerdo bien, pero creo que aquí bebí un poco de Coca-Cola y puse agua en el botellín.

Hasta el momento el tiempo nos estaba dando una tregua, aunque había frío y el cielo estaba tapado, no había llovido nada, e incluso en algunos momentos a nuestra izquierda podíamos contemplar alguna ladera del macizo del Mont Blanc. Aquello dejaba intuir unas grandes vistas de la zona,  por lo que habrá que repetir algún día para disfrutarlas.

En algunos puntos de esta zona, cuando el sendero se aleja del cobijo de las montañas nos encontramos un poco de viento fuerte de cara que nos incordia y nos hace tener más frío. En uno de estos salientes, que luego comenzaba una ligera bajada, si nos dio bastante viento de cara, e incluso comenzó a caer las primeras gotas. Fue en este punto donde me puse de nuevo la chaqueta. A partir de aquí siguió lloviendo, y en las partes más altas era agua nieve. Seguidamente tomamos un sendero corto de bajada que nos lleva al siguiente punto de avituallamiento. Ya las condiciones han cambiado y voy todo lo tapado que puedo. En este sendero encontramos mucho barro, el cual provocó algunos resbalones y algunas caídas, yo conseguí no carme. En el Avituallamiento de Arnuva me paro unos minutos, cojo unas barras de cereales, agua y bebo un cuenco de sopa caliente (la cual me sentó muy bien).

De Arnuva (18.5km, 1770m) a la cima del Grand Col Ferret  (22.7 km, 2540m)

Salgo del avituallamiento y sigue lloviendo. Ahora vienen 4 kilómetros de subida, los primeros son más suaves y se puede alternar correr y caminar. Según vamos ganando altura hace más frío y cae agua nieve. Después de esto ya estaba nevando, yo tenía bastante frío y decido sacar los guantes y ponérmelos. Me costó  mucho porque tienen dos capas, la de fuera es impermeable y luego de del interior es tela, es como si la capa interior se pega a la piel y no deja avanzar la mano. Se hace muy incomodo avanzar, tengo que agachar la cabeza porque el viento es de cara y no deja ver, además hace que tenga más frío. Las laderas que se ven están cubiertas de nieve y para mi es una estampa única y aunque me cueste más avanzar es algo que me gusta.

Del Grand Col Ferret  (22.7km, 2540m) a Champex-Lac (46.4km, 1470m)

Una vez en la cima toca descender por la otra cara donde encontramos mejor tiempo, ya no hay viento de cara e incluso nieva menos. Al descender unos buenos metros ya no nieva, e incluso hay menos frío, pero aún así hay un poco de lluvia. Un poco más tarde me siento incómodo con la cacheta ya que no hace tanto frío, decido quitármela, y aunque sin ella tengo frío decido seguir así ya que estoy más cómodo, aunque sigue cayendo un poco de agua. Físicamente sigo bien y he alcanzado a algún corredor. Se echa de menos que no sean españoles para poder hablar un poco y hacer esto más ameno.

De nuevo, en el avituallamiento de La Fouly (ubicado en un pequeño pueblo montañero) me paro unos minutos y también me tomo otro cuenco de sopa, la cual está muy caliente y le tengo que echar agua. A partir de aquí vamos encontrando pequeños senderos combinados con pistas, la mayor parte del terreno pica ligeramente hacia abajo, aunque también encontramos pequeños repechos. La zona es muy bonita, encontramos un río, prados, bosques, casas de maderas, campings  y pequeños pueblos con mucho encanto.

Desde la cima del Grand Col de Ferret, es prácticamente una ligera bajada y creo que son un poco más de 13 kilómetros con esta tónica. Después de esto tocó una pequeña subida por sendero para llegar a Campex. Durante la larga bajada creo que sólo he encontrado a dos corredores y en el sendero de subida alcance a otros dos.

De Champex-Lac (46.4km, 1470m) a Trient (62.6km, 1300m)

Salgo del avituallamiento y me da frío,  vaya contraste de temperatura (aunque no estoy del todo seguro creo que ponían estufa en los avituallamientos). Al poco tiempo decido ponerme la chaqueta porque estoy pasando frío, me vino bien porque al poco comenzó a llover.

La carrera transcurre por las calles de Champex, rodeamos parte de un lago y luego ya tomamos unos pequeños senderos y luego una pista ancha y unos kilómetros buenos por ella. Terreno llano al principio y luego ligera bajada. Se acaba la pista y comienza un sendero que nos va a llevar a Bonive (56km, 2050m), después de un poco más de 4 kilómetros y 700m de subida.

Se me hizo larga la subida, entre la lluvia, algo de barro, cruzar un sin fin de arroyos (teniendo mucho cuidado para no mojarme los pies) y con algunos tramos muy inclinados. Por suerte, un corredor francés me había alcanzado y se ha convertido en mi compañero, no sólo de esta subida sino de unos cuantos kilómetros más (aunque debo de aclarar que a veces él iba por delante y otras yo, pero coincidimos bastante).

En la parte más alta ya estaba nevando y la temperatura pues había bajado bastante. Aquí había un avituallamiento que creo que era un establo (eso me han comentado porque yo no me fijé mucho, y por la zona si es verdad que habían toros, creo que no vi vacas). Tomé sopa y un café y me senté un poco, no creo que estuviera más de 5 minutos. Creo recordar que al final de la subida alcancé a un corredor, pero al salir del avituallamiento había más corredores y no sé quienes salieron primero.

Un poco más adelante, todavía en la parte más alta, me encuentro en el sendero dos toros negros de media estatura, afortunadamente mansos ya que pasé a un metro de ellos y ni si inmutaron. En el descenso voy bien de piernas pero aún así me lo tomo con calma para no cargar las piernas. Por aquí alcancé al compañero francés, hablamos un poco, y me comenta que llevamos unos 61kms. A continuación tocó una bajada inclinada y zigzagueante, aquí el chico se quedó un poco atrás, luego también alcancé a otro corredor al llegar al avituallamiento de Trient.

De Trient (62.6km, 1300m) a Vallorcine (73.1km, 1270m)

Hasta el momento todo había ido bien, intentando hacerlo lo mejor posible a pesar de las malas condiciones. De piernas y de cabeza había llegado bien hasta Trient, aunque ya me estaba costando mucho trotar las subidas ligeramente inclinadas. Al salir de Trient nos encontramos una pequeña pista, muy corta y ligeramente inclinada, la cual me costó mucho trotar y no caminé por cabezón. Aquí tenía a tres corredores delante que nada más dejar la pista y comenzar la subida hacia Catogne (67.3km, 2030 o 2070m) me dejaron, y es que por aquí no me encontraba bien, me notaba las piernas flojas y no podía tirar más. Otro corredor me alcanzó y me dejó atrás sin mucho esfuerzo.

Después de una eternidad y con la moral baja llegué a la parte más alta, luego un poco de toboganes cortos que se hicieron pesados (de nuevo en este pico también caía un poco de nieve). Estaba echando cuentas, teniendo presente que ahora está la bajada a Vallorcine y que desde ahí a meta había unos 18kms a meta por el recorrido original. Pero aquí había que quitarle la subida a la Tête Aux Vents, que algo recortaría, pero mi duda era si habían quitado toda la subida o sólo la última parte. En definitiva, un poco mosqueado por encontrarme mal subiendo y sabiendo que ésta va a ser la última bajada, no me lo pensé dos veces y me lancé. Había decidido tirar fuerte en la bajada y luego ya se vería como podía terminar, si me quedaba sin fuerzas sabía que la meta no estaba tan lejos.

Así lo hice y tiré fuerte bajando, y la verdad que las piernas si iban por aquí. En la última parte alcancé a dos corredores y llegué a Vallorcine.

De Vallorcine (73.1km, 1270m) a Chamonix  (90.1km, 1035m)

Dentro del avituallamiento me dicen que quedan unos 16kms y que se hace por el fondo del valle (pienso que si es así tampoco se recorta tanto en distancia). Los primeros 4kms fueron picando hacia arriba, donde caminé bastante. Momento en el cual aproveché para llamar a Carol y decirle que no me quedaba mucho, entorno a una hora. También me quité la chaqueta y la guardé en la mochila. Estaba cansado de ella y no quería usarla más, no llovía pero si hacia frío. Prefería pasar algo de frío y si luego llovía mojarme que seguir con la chaqueta.

Por aquí tiré lo que puede, los repechos me costaban mucho trotarlos y cuando no podía tenía que caminar. En el avituallamiento de Argentiere (79.4km, 1250m) no paré ya que todavía tenía comida y agua, seguía tirando y adelantando a algún corredor.

Ya casi era de noche y momento de encender el frontal, aún así decidí no hacerlo, queda muy poco de bosque y más o menos se puede pasar sin luz. Desde hace rato viene uno muy cerca que no termina de alcanzarme, pero eso a mi me da igual, corría lo que podía porque quería llegar ya, y si me alcanza pues no pasa nada. A falta de dos kilómetros lo hace, nos saludamos y él sigue un poco por delante. Ya se empieza a ver casas y sé que estamos llegando. De vez en cuando me gusta hacer el loco y reírme un rato, así que charco que veo charco que cruzo y me mojo, total, ya estoy emparado porque lleva un rato lloviendo. Esto hizo que me acordara de un entrenamiento con Rafa y Miguel donde hice lo mismo, aunque en aquella ocasión el entreno fue de una hora o un poco más.

Ya estoy en las calles de Chamonix, no se ve mucha gente ya que está lloviendo y es de noche. Alguno hay cerca de meta y pone la mano para chocar. Veo a Carol que está a la izquierda y unos metros antes de la meta, la cojo de la mano y entro con ella. Tengo mucha alegría y estoy muy feliz por terminar. Posición 13 de la general con un tiempo de 10h28', el ganador fue el español Tòfol Castanyer, muchas felicidades porque realizo un auténtico carrerón.
Carol y David entrando en meta
Correr esta prueba no ha resultado nada fácil, el frío, la nieve y la lluvia la han hecho mucho más pesada, y sobre todo para mi que vengo de estar entrenando a 30 grados y más. También me ha resultado complicado llegar en forma a la cita. Hace un mes y medio me encontré flojo y he tenido que cambiar la forma de entrenar y cuidarme para recuperar. También he tenido que entrenar muchos días a las 5:30 de la mañana, antes de ir al trabajo, para encontrar menos calor. Preparar una ultra es complicado pero aún más complicado resulta hacerlo en verano, y sobretodo en este que hemos tenido mucho calor.

Conclusiones y agradecimientos

Las conclusiones de la carrera son buenas, lo he hecho lo mejor posible y he llevado el frío lo mejor que he podido, creo que más o menos me he adaptado y estoy contento por ello. En cuanto a la carrera decir que se realiza en un lugar muy bello y que se disfruta de un gran ambiente en Chamonix durante los días de la Carrera. También me ha gustado que la carrera es muy seguida y que la gente que encuentras pues anima bastante. Por ejemplo, al salir de Champex e ir un poco por carretera, los coches que pasaba tocaban la pita y animaban.

¡Trabajo bien hecho!
Quiero agradecer a todo el mundo que me ha animado y que ha seguido la carrera por Internet y vía Wahtsapp, ha sido una pasada, así que muchas gracias! Sobre todo a mi querida mujer Carol, que siempre está al pie del cañón, muchas gracias! Pues estos han sido mis buenos recuerdos, de ahí el título de la crónica (recuerdos cálidos de una fría ultra).

Para terminar decir lo siguiente: “lo más complicado de una ultra no es correrla sino entrenarla” Ahora, en septiembre, toca descansar, así  que nos vemos en octubre :) en alguna montaña.

A continuación algunas fotos chulas del viaje, el resto de fotos AQUÍ

Cogiendo fuerza para la carrera
Finisher al cubo
Despistados
Hombre de hierro.

Y ahora a descansar

Esto está hecho
Reponiendo líquido
Y sólido también
Les Roches des Mottets
Telecabina hacia la Cueva del Hielo
Mar de Hielo (glaciar)