Sábado 17 de octubre, un día iluminado por el número 17. Cumple años de mi padre (el mismo día de la carrera) un tal 17 conocí a mi novia y ¿mi dorsal? No, no era exactamente el 17 como siempre lo vemos, si le damos la vuelta al 71 se convierte en 17.
Después de una vuelta por el caso histórico de Icod de los Vinos llegamos a La Montañeta (punto de salida y llegada). Como ya viene siendo habitual, siempre justo de tiempo, así que toco “correr” para recoger el dorsal, cambiarnos de ropa y ultimar los últimos preparativos.Un detalle que se me había escapado de la carrera es que solo iba ha haber un punto de avituallamiento, situado en el kilómetro 7 –antes de comenzar la bajada-. Así que toco improvisar un poco y pensar como iba a ser mi avituallamiento personal. Afortunadamente me había llevado unos botellines de 125ml por si acaso me hacía falta –hombre precavido vale por dos-. Otro pequeño detalle es que no iba ha haber ni vasos ni botellas en el avituallamiento, así que cada corredor debería de llevar algo para repostar (mediante un depósito pequeño) o algo para poder beber en el propio sitio. No fui el único que tuvo que improvisar un poco ya que fueron muchos los corredores que no lo tenían previsto, unos optaron por llevar el vaso reciclable que había entregado la organización, otros llevaron botellas,… cualquier propuesta era valida. Lo primero que nos viene a la cabeza es que esto es una molestia, pero si lo pensamos fríamente se trata de una medida para cuidar el medio ambiente (o por lo menos para no dejar temporalmente una mala imagen con numerosos vasos y/o botellas en el suelo) Y por otro lado, si perdemos algo más tiempo hay que pensar que todos tenemos las mismas reglas, así que todos estamos en la misma situación. Ánimo Basilio, me gustan estas propuestas.
Después de hacer un calentamiento estresante, que incluso tuve que buscar unos pañuelos de papel para ir a evacuar al baño –al fondo, a la izquierda, pasando el de las mujeres- Allí estaba, junto con 149 compañeros más esperando a la señal de salida.
Mi plan era conservar durante la subida (6kms) para luego apretar en los tramos llanos y de bajada. Independientemente de mi conservación, observe que había muchos corredores que habían empezado muy fuerte, creo que se debe a la emoción contenida en la salida y quizás al desconocimiento del perfil. Poco a poco iban quedando atrás los tramos más inclinados para dejar paso a otros cada vez más suaves. En cuanto a mi ritmo, pues más o menos el mismo con el que comencé, cómodo y según avanzaba, al suavizarse el desnivel, lo pude incrementar un poco.
Gran parte de la subida la compartí con César, no a su lado, sino unos metros más atrás –creo que le sientan bien los éntrenos, lo vi bien en la subida- Una vez llegado al kilómetro 7 toco beber rápido y repostar el mini tanque de 125ml. Ya en este punto, numerosos corredores habían ralentizado su ritmo, ahora me tocaba pelear con la más bonita, si, bonita y no fea, con la bajada que es mi punto fuerte. Y así, rápidamente llegue a la zona del falso llano, la que pasa por el volcán Travejo, aproximadamente unos 3 kilómetros hasta enlazar con la bajada final, lugar por el que se subió. Esta zona es la más dura para el personal ya que después de algo más de 2 kilómetros de bajada tocaba está zona llana con algunos repechos, donde el terreno estaba constituido por arena y era la parte más calurosa del recorrido.
Llegado al cruce donde comienza la bajada final me decidía a apretar y a darlo todo, ya llevaba algunos problemitas de flato, pero que afortunadamente no fueron a más. Finalmente hice una buena bajada, desde 7km hasta la meta, donde pude recuperar algunos puestos, y con unos últimos 500 metros rapidísimos para alcanzar a 3 corredores. En esos momentos lo que pasa por la cabeza es curioso, cosas como: que si tengo que ir un poco más; que no tengo ganas; que no puedo más; que seguro que no me sirve de nada... en definitiva, vueltas a la cabeza.
Finalmente 1h14’41’’ en meta y con una gran sonrisa de oreja a oreja, con buenas sensaciones y siempre de menos a más, sencillamente un buen sabor de boca. Con un tiempo por debajo de lo esperado y un gran puesto en la general, 14. Lo mejor de todo ha sido el recorrido, muy bonito, sobre todo por la zona del volcán. Se trata de una carrera ideal para runners rápidos ya que se puede hacer todo corriendo.
Para terminar, solo me resta facilitar a toda la organización por el esfuerzo que supone hacer todo esto, y sobre todo tan bien como lo han hecho. Felicidades!!
Algunas fotos y más:
